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Francamente nunca me había creído capaz de tener un gato como mascota, pero cuando vi a Chepe por primera vez, fue cuando empecé a creer en el amor a primera vista.
Por supuesto que es una gran responsabilidad. Chepe es un gato que vino de la calle; es rescatado. Debo admitir que no soy muy fan de la compra de mascotas de raza, ergo, siempre voy a optar por la adopción ante todo. Por eso, decidí abrir un espacio en mi corazón y dedicarme a cuidar como una madre a este gatito de tan solo 1 mes y medio.
Pero para ello, ha sido necesario instruirme primero en todo lo que hay que saber de los gatos. Y lo primero que concluyo, es que son muy diferentes a los perros. Tiene sus ventajas y desventajas.
Los gatos de por sí tienen una personalidad más calmada e independiente. No son tan cándidos como los perros; a veces sólo quieren a una sola persona.
Mi investigación se dio a cabo por sitios de internet expertos en el cuidado de gatos, y del veterinario que conocí en la clínica para animales Kanicat.
Como Chepe es un bebé, necesita de la leche para crecer en buena salud, y de un concentrado especial (proplan, según mis investigaciones).
A pesar de que el programa CAS no es para siempre, estoy seguro que este es un proyecto que durará años, claro que es un gran orgullo para mi, compartir estas experiencias con aquel que lea mi blog, es decir, los momentos de crianza del gato y donde este necesita laayor atención posible.
Han pasado dos semanas desde que escribo estas palabras, y debo admitir que no es sencilla esta disciplina: Chepe siempre desea dormir conmigo a mi lado y a mi me toca estar muy pendiente de no irlo a espichar mientras duermo. Por esa razón estos últimos días han sido difíciles para mi manejo del sueño. Le había comprado una cama al gatito, pero recientemente investigué que los gatos bebé necesitan del calor corporal de otro animal para dormir, o sino les da demasiado frío, y como yo soy prácticamente su madre, debo de respetar esa regla, si quiero que él esté en plena salud.
Ahora ya son 2 meses con Chepe y debo admitir que soy totalmente compatible con los gatos. Siento que haberlo adoptado trajo felicidad a mi casa. Relaciono mucho esto con el primer resultado de aprendizaje de la guía de CAS, al haber reconocido las cosas en las que me hacía falta mejorar y la perseverancia, porque cualquier persona que se rinda con facilidad sería capaz de abandonar o regalar este gato. Lo cierto es que estos animales no son un peluche o un juguete y requiere de mucha responsabilidad y tiempo para cuidarlos y entrenarlos. Me había enterado de que los gatos tienen la necesidad de rasgar cosas con sus uñas, y supe que eso sería un problema a futuro con los muebles de mi casa, así que le compré a Chepe un rascador para que cumpla con esa necesidad. Eso funcionó muy bien. Adoro compartir este proyecto con CAS, nos vemos en la próxima.
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